Música de Zarzuela

Sobre esta obra de Larra y Barbieri

El barberillo de Lavapiés se estrenó con gran éxito en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1874, y desde entonces se ha convertido en una de las zarzuelas mejor valoradas por el público y por los historiadores de la música.

La trama, de carácter pseudohistórico, nos lleva al Madrid de Carlos III (segunda mitad del XVIII), un reinado en el que era frecuente que los sectores disidentes de la nobleza se apoyaran en el descontento del pueblo para alimentar el desorden y conseguir sus fines. Esta zarzuela recoge la relación entre estos dos mundos sociales, el popular y el aristocrático. El popular es el de Lamparilla (barbero) y Paloma (costurera), quienes se harán cómplices de una conspiración aristocrática contra el ministro en el poder, al encubrir por amistad a la marquesita, Estrella (conspiradora) cuyo prometido, Don Luis, es enemigo político de ésta.

A lo largo del libreto alternan escenas populares protagonizadas por los enamorados Lamparilla y Paloma, con otras en las que se desarrollan la intriga y el conflicto político-amoroso existente entre Estrella y Don Luis. Tras sucesivas situaciones en que los conspiradores y sus encubridores están a punto de ser capturados, el conflicto político se resuelve, las dos parejas se reencuentran y asistimos a un exaltado final feliz.

Entre los muchos números musicales que se podrían destacar están el preludio y la presentación de Lamparilla, la jota de los estudiantes, las dos seguidillas, una cantada por Paloma y la otra por Lamparilla, el dúo de ambos, la canción de las costureras, las caleseras…, pequeñas joyas musicales que los aficionados a la zarzuela guardan con mucho cariño en su memoria.